No lo queremos decir muy alto pero, parece, que empieza a hacer acto de presencia el buen tiempo… (¡Sí!). Así que nos ha parecido un buen momento para hablar de algunos de los alimentos que podemos ofrecer a nuestros perros en los días calurosos.
Seguro que no os descubrimos América si os decimos que, cuando suben las temperaturas, también tiene que subir el aporte de líquidos. Debemos ofrecerles y tener siempre disponible, agua limpia y fresca. Pero también existen algunos alimentos que les aportan líquido y les ayudan a mantenerse hidratados.
Comida húmeda
Si no lo haces a menudo, el verano puede ser un buen momento para ofrecerles comida húmeda. Los canes suelen ser buenos bebedores, pero nunca está de más ayudarles con un aumento en la ingesta de líquidos. Y el pienso (si es que es esta su comida habitual) tiene muy poquita cantidad de agua. Así que alguna lata o comida casera (en nuestras “recetas de la semana” que podéis ver cada viernes en nuestro facebook, tenéis un montón de ideas), les puede venir genial.
Fruta, toma fruta fresca…
Melón y sandía; un “top” entre los “top” en cuanto a fruta de verano se refiere. Les encantará, está llena de agua y, si le congelas unos trozos antes de ofrecérselos, entonces ya sí que te convertirás en su persona “más favorita del mundo mundial” (si es que aún no lo eres… :P).
Una receta muy interesante puede ser hacerles un zumo de sandía con una pizca de jengibre (sólo hay que rallar un poquito junto a la sandía y todo a la batidora) Está buenísimo, es muy refrescante, lleno de agua y se podrá aprovechar de un montón de beneficios que le aporta el jengibre.
Las zanahorias se pueden convertir en el premio del verano. Cambia los míticos huesos por zanahorias fresquitas, ¡y verás lo que disfrutan!
Al rico helado
Seguro que cuando te ven disfrutando de un cremoso helado no se despegan de ti… pero ofrecerles este tipo de alimentos no es aconsejable por, entre otras cosas, la gran cantidad de azúcar que suelen llevar. Por eso existen en el mercado helados específicos para ellos pero, además, podemos hacérselos nosotros mismos en casa. Es muy sencillo. Apunta:
Un plátano maduro, un yogurt natural y media medida del vaso de yogurt de agua.
Mezcla en la batidora todos los ingredientes y, una vez batidos, llena una cubitera o moldes de helado con la mezcla. Al congelador una horas y… ¡voilà!
Pero, insistimos una vez más, lo más importante que siempre tenga a su disposición agua fresca. Os recordamos este post del año pasado en el que os hablábamos de los golpes de calor, cómo reconocerlos y cómo actuar ante uno.