Con motivo del Día Mundial de los niños, desde el hospi nos gustaría compartir con vosotros una curiosidad.
Es muy común que los peques que sufren autismo o un problema similar cuenten en sus casas con un peludin (gato, conejo, perro…). Esto no es casualidad. Hay estudios que demuestran que cualquier tipo de mascota hace a los niños más sociables.
Es real que cuando nuestros compis peludos están delante, los niños que sufren estos problemas tienden a expresarse más e interaccionar con otras personas.
A continuación te explicaremos cuales son las causas de ello:
· Estos peludinos consiguen reducir el estrés y activar las emociones positivas en nuestros peques.
· Les sirve para abrirse al mundo exterior, es más fácil que el niño se relacione mejor.
· Les ayuda a tener más confianza en sí mismos a la hora de relacionarse.
· Se convierten en fieles amigos, siendo un gran compañero que lo ve crecer.
En resumen, ¡qué felices nos hacen nuestros peludinos! Son todo amor 🙂