Cuando llegas a casa y tu peludín te está esperando impaciente, con la boca abierta y las orejitas hacia atrás, descifras que está súper contento de verte e incluso parece que está sonriéndonos. Y no estás muy desencaminado, porque los perretes tienen la capacidad de esbozar sonrisas. Si es que como no nos vamos a enamorar de ellos, si son para comérselos con patatas, son puro amor.
Esto se debe a la convivencia con humanos y es que ya han pasado más de 30.000 años del inicio de su domesticación (casi nada…) y han aprendido a imitar muchos de nuestros comportamientos. Eso sí, una peculiaridad es que solo sonríen a humanos no con otros perretes (ya sabes son muy escogidos estos peludinos).
Para esto nos basamos en la investigación realizada por la Universidad de Portsmouth, en el Reino Unido, que han llegado a crear un sistema conocido como “Dog Facial Action Coding System” con la finalidad de registrar los movimientos de nuestros compis y estudiar las emociones vinculadas a ellos.
Pero esto no acaba aquí, nuestros peludinos no solo nos muestran su dulce sonrisa, sino que también se ríen a carcajadas (qué juergista son nuestros fieles amigos).
Según la experta en etología Patricia Simonet cuando los perros juegan con otros amigos peludos, en su máximo momento de felicidad, se ríen, pero no es el mismo sonido que emiten cuando lo hacen con nosotros. Para el oído humano, el sonido sería un hhuh, hhuh….
¿No es increíble? 🙂
¡Estos peludinos son la bomba!