Las almohadillas de un perrete vienen a ser como el equivalente a nuestros zapatos, pero aunque estás son muy resistentes pueden sufrir daños.
Nuestros compis tienen en las almohadillas una gran cantidad de terminaciones nerviosas, por lo que cualquier lesión que puedan sufrir en la zona les resultará bastante dolorosa y molesta.
5 consejos para mantener las almohadillas de tu peludín en perfecto estado.
- Si paseáis frecuentemente por superficies muy abrasivas como el asfalto o la arena las almohadillas se desgastan más rápido. Además debes de tener mucho cuidado en los meses de verano, estás superficies están muy calientes y pueden sufrir quemaduras. Por eso, es necesario también pasear, jugar y correr por el césped.
- Hidrata las almohadillas de tu perrete con pomadas de aloe vera o vaselina, de esta forma evitaremos grietas y sequedad.
- Evita lugares en los que pueda encontrar objetos cortantes. Si sufre un corte, aplica una gasa esterilizada y presiona en la herida y acude a tu veterinario con rapidez.
- Si tu peludín tienen mucho pelo entre los dedos, recorta de forma regular el pelo interdigital, de esta forma evitaremos que se produzcan nudos entre las almohadillas y acumulación de suciedad.
- Si tu perrete es un amante del agua, no es muy recomendable que se pase mucho tiempo con las patitas sumergidas, ya que las almohadillas se reblandecen y al salir del agua puede que se despegue la parte superficial al caminar.
En definitiva, un buen estado de las almohadillas resulta imprescindible para que tu amigo pueda caminar correctamente y no tenga ningún tipo de molestia. Con revisiones periódicas al veterinario resulta muy sencillo.