Lo primero que debemos hacer es reconocer al insecto. Si ha sido una abeja la que ha picado a nuestro perro, lo primero es buscar el aguijón clavado para quitarlo.
Después hay que lavar la zona con agua fría y jabón. Y aplicar un poco de hielo envuelto en una toalla para reducir la hinchazón.
Es primordial saber bien el lugar donde tu perro ha sido picado, si ha sido en la zona de la boca o la garganta es posible que al hincharse se produzca un taponamiento de las vías respiratorias. En este caso lo mejor es acudir a un veterinario lo antes posible.
Normalmente una sola picadura no debería de dar problemas a un perro normal, pero si no sabes si tu perro es alérgico recomendamos que lo mantengas bien vigilado por si acaso notas que la cosa se complica, en ese caso llévalo con urgencia al veterinario.