¡Que tu gato no se estrese!

Seguro que muchos pensarán… ¿Cómo va a ser capaz de estresarse un animal tan tranquilo? ¡Precisamente esta es la condición que les hace muy vulnerables a los cambios!

Hoy trataremos algunas de las causas más comunes que provocan estas situaciones, cuales son los síntomas que presentan nuestros peludos y cómo podemos tratarlos.

CAUSAS

Como ya hemos comentado, los gatos son animales muy tranquilos pero, además son muy territoriales así que cualquier cambio en este punto puede producirles estrés.

Para que nos sea más fácil identificar o tratar de evitar que nuestro minino pase por algo así, aquí os enumeramos algunas de las causas más comunes:

  • Cambio de domicilio. Esto incluye tanto el cambio físico de casa como cambios en la misma (obras, cambios de muebles, etc.)
  • Limpieza. Sí, suena “raro” pero los gatos impregnan las zonas en las que viven con feromonas (seguro que los habéis visto “frotándose» contra los muebles; eso es) y cuando limpiamos y ese rastro desaparece, algunos gatos pueden sentirse incómodos
  • Salidas. Si, por ejemplo, tenemos que llevarlo de manera continuada al veterinario, podemos generar una situación estresante
  • Nuevos animales en casa. Dependerá de, por ejemplo, su personalidad, la edad, el tipo de animal “nuevo” y cómo se comporta este… pero por lo general, suele ser una de las causas más comunes de estrés
  • Uñas largas. Hay que vigilar mucho sus uñas. Normalmente no nos suelen poner fácil su corte  pero cuando las tienen demasiado largas se encuentran incómodos y esto les produce ansiedad
  • Ruidos fuertes o extraños: obras, fiestas (y su música), etc.
  • Estrés en el ambiente. Si tu estás estresado, puedes estresar a tu gato… esto es así
  • Y podemos acabar diciendo: cambios en general. Un cambio en sus horarios (por ejemplo, horas en las que les damos la comida o horas en las que estamos en casa con ellos), cambios en la alimentación, cambios en la unidad familiar (la llegada de un bebé o la perdida de un miembro, por ejemplo), cambios, cambios, cambios…
Woman playing with a stray cat

SÍNTOMAS

Bien, ya sabemos qué tipo de situaciones pueden estresar a nuestros gatos; pero no todos los gatos se sienten mal ante estas circunstancias y no a todos los gatos les estresan las mismas cosas. Por tanto, lo mejor para saber si estamos ante un cuadro de “ansiedad gatuna”  es estar muy atentos a los siguientes síntomas:

  • Por un lado tenemos los síntomas físicos: enfermedades como el asma bronquial, cistitis, colitis, alopecia, hipersensibilidad… pueden estar provocadas por una de estas situaciones. Siempre, SIEMPRE, debemos acudir al veterinario; aunque sepamos (o creamos saber) que la causa de alguna de estas enfermedades es el estrés, es trabajo del veterinario diagnosticar y tratar dicho problema
  • Por otro lado tenemos los síntomas conductuales; es decir, aquellos que afectan al comportamiento normal de nuestra mascota. Dentro de esta clasificación podemos encontrar, por ejemplo:
  1. Un aumento de la agresividad y de los comportamientos compulsivos (o manías) como, por ejemplo, lamerse en exceso incluso hasta hacerse daño
  2. Trastornos alimentarios: perdida de apetito, vómitos, repentina obsesión por lo que no debe comer… (papel, tela, etc.)
  3. Marcaje. Bien puede darse con las uñas, arañando todo lo que pille, como con las heces y/o la orina
  4. Vocalización excesiva/maullar en exceso
  5. Hiperactividad/ansiedad

Ya hemos visto qué puede provocar el estrés y cuales son los principales síntomas pero, ¿qué debemos hacer ante un gato estresado?

Bien, si tenemos claro cuál es la causa, lo primero que se nos viene a la cabeza es eliminar esa situación, ¿verdad? Pero no siempre es fácil y, además, lo mejor para evitar que se vuelva a repetir una situación similar es ayudar de una manera “natural” a nuestro gato a superarla: invertir tiempo en que se relaje (con sesiones de caricias, por ejemplo) y en juegos.

La clave es encontrar el equilibrio entre el tiempo que necesita que le dediquemos y el tiempo de “desconexión” y tranquilidad que, seguro, buscará.

Además, existen productos farmacéuticos que también pueden ayudar en estas situaciones, pero siempre bajo control veterinario.

En definitiva, lo primero es identificar la causa y, siempre que se pueda, tratar de evitarla, visitar a un especialista y tener mucha, mucha paciencia. Son situaciones complicadas para nuestros peludos y una mala gestión puede llevarles a desarrollar graves enfermedades.

2023-06-01T13:18:45+02:00