Los sonidos que más odian los gatos. Hospital Veterinario Asturias
Expertos en cuidado animal han revelado los sonidos que resultan insoportables para los gatos. Cada vez más personas desean tener una mascota en casa, especialmente un gato. En los últimos años, los felinos han ganado popularidad, convirtiéndose en compañeros fieles, independientes y cariñosos, según cómo se les eduque. Por eso, muchas personas interesadas en tener un gato, o que ya tienen uno, buscan conocer sus preferencias y aversiones.
Audición sensible de los gatos
En cuanto a su audición, se sabe que los gatos tienen un oído muy agudo y son capaces de detectar sonidos que los humanos no perciben. Los gatos pueden percibir frecuencias de hasta 80.000 kHz y sonidos a una distancia de hasta 20 km. Esta capacidad auditiva les permite detectar movimientos y presas potenciales, pero también los hace muy sensibles a ciertos ruidos que pueden ser molestos o incluso aterradores.
Ruidos de tráfico y sirenas
Uno de los sonidos que los gatos suelen odiar son las sirenas y el ruido del tráfico. Estos ruidos son muy comunes en áreas urbanas y pueden causar mucho estrés a los gatos que viven en estas zonas. Las sirenas de ambulancias, camiones de bomberos y policías emiten sonidos de alta frecuencia que pueden ser particularmente molestos para los gatos. Además, el constante ruido de los automóviles y otros vehículos puede ser muy perturbador para ellos. Es común que, ante estos ruidos, los felinos prefieran esconderse y buscar refugio en lugares más tranquilos.
Ruidos naturales y artificiales externos
Ruidos naturales o artificiales externos, como los truenos durante una tormenta o los fuegos artificiales, también pueden ser muy perturbadores. Las tormentas eléctricas pueden ser aterradoras para muchos gatos debido al sonido fuerte y repentino de los truenos. Del mismo modo, los fuegos artificiales, que son comunes en celebraciones y festividades, pueden causar un gran estrés en los gatos debido a su intensidad y la imprevisibilidad de los sonidos.
Ruidos domésticos: aspiradoras y otros aparatos
Dentro de casa, el zumbido constante y la succión de aparatos como la aspiradora pueden ser demasiado intensos para sus sensibles oídos. Muchas personas utilizan aspiradoras de manera regular, sin darse cuenta del impacto que esto puede tener en sus gatos. El sonido fuerte y el movimiento de la aspiradora pueden provocar miedo y ansiedad en los gatos, llevándolos a esconderse hasta que el ruido desaparezca.
Sonidos agudos y estridentes
Además, los gatos suelen detestar los sonidos agudos y estridentes, como el chirrido de una puerta o el sonido de un silbato. Estos sonidos pueden ser particularmente dolorosos o molestos para ellos debido a la alta frecuencia en la que operan. Es común ver a los gatos huir o esconderse cuando escuchan estos ruidos. El sonido de una puerta chirriante, el timbre de un teléfono antiguo o el ruido de utensilios de cocina pueden ser fuentes de gran incomodidad para los gatos.
Consejos para minimizar el estrés por ruidos
Para los dueños de gatos, es importante ser conscientes de estos sonidos y tratar de minimizar la exposición de sus mascotas a ellos. Mantener un ambiente tranquilo y seguro puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad en los gatos. Aquí hay algunos consejos para minimizar el estrés de los gatos debido a los ruidos:
- Crear Espacios Seguros: Proporcione a su gato lugares tranquilos y seguros donde pueda refugiarse cuando se sienta amenazado por los ruidos. Estos pueden ser lugares elevados, cajas o habitaciones alejadas de las fuentes de ruido.
- Usar Música Calmante: La música suave o los sonidos naturales pueden ayudar a enmascarar los ruidos molestos del entorno y proporcionar un ambiente más relajante para su gato.
- Evitar Ruidos Fuertes en Casa: Siempre que sea posible, evite el uso de aparatos ruidosos como aspiradoras cuando su gato esté cerca. Trate de mantener un ambiente doméstico lo más tranquilo posible.
Entender y respetar la sensibilidad auditiva de los gatos puede mejorar significativamente su bienestar y fortalecer la relación entre el gato y su dueño.