¿Sabías que los gatos no nos ven como humanos, ni como sus amos, sino como versiones gigantes y algo torpes de ellos mismos? Sí, a los ojos de tu gato, querido humano, solo eres otro gato gigante con el que convive, socializa y que le aporta comida, agua y un hogar cómodo y calentito.
Y es que los mininos no nos ven como criaturas potencialmente amenazadoras que puedan llegar a dominarles. De hecho, desde que los adoptamos, son precisamente ellos quienes nos ‘domestican’ para adaptarnos a sus necesidades. Desde el ronroneo para que aflore nuestro instinto de protección, hasta frotarse contra nosotros para marcarnos con sus feromonas y convertirnos en propiedad suya.
Pero también cuidan de nosotros a su manera. Seguro que alguna vez tu gato te ha traído algún pequeño ‘tesoro’ en forma de animal muerto. Esto se debe a que considera que ese ‘gato torpe’ que dice ser su amo puede tener dificultades para conseguir comida y considera necesario ayudarle.
De modo que esta criaturas tan adorables y mimosas – en la mayoría de los casos – solo nos ven como compañeros, alguien con quien cuidarse mutuamente y no de quien depender.