La alergia estacional es un problema más común de lo que pensamos en perros y gatos. Aunque solemos relacionar las alergias con los meses cálidos, en zonas como Asturias, donde hay vegetación durante prácticamente todo el año y una humedad elevada, las mascotas pueden mostrar síntomas incluso en otoño e invierno. El polen de plantas perennes, los ácaros del polvo y los hongos presentes en ambientes húmedos pueden desencadenar reacciones alérgicas en nuestros animales.
¿Qué es la alergia estacional?
La alergia estacional ocurre cuando el sistema inmunológico de la mascota reacciona de forma exagerada a sustancias presentes en el entorno, como:
- Polen de plantas y gramíneas
- Ácaros de polvo doméstico
- Moho y hongos ambientales
Estas sustancias pueden entrar en contacto con la mascota a través del aire o por contacto directo con su piel.
Síntomas más frecuentes
A diferencia de las personas, que suelen tener estornudos o congestión, las mascotas suelen manifestar las alergias a través de la piel. Algunos síntomas comunes son:
- Picor constante (se rasca o se lame más de lo habitual)
- Enrojecimiento e irritación cutánea
- Pérdida de pelo en zonas concretas
- Sacudir o rascarse las orejas (posible otitis)
- Ojos irritados o llorosos
- Estornudos o tos ocasional
Las zonas más afectadas suelen ser las patas, axilas, ingles, abdomen y la cara.
¿Qué mascotas tienen más riesgo?
Aunque cualquier perro o gato puede desarrollar alergia estacional, algunas razas de perro tienen mayor predisposición:
- Bulldog francés
- Bóxer
- Golden Retriever
- West Highland White Terrier
- Shar Pei
En gatos, puede aparecer tanto en animales de interior como en los que salen al exterior.
Diagnóstico veterinario
Si observas estos síntomas, es importante acudir al veterinario para:
- Examinar la piel y descartar otras causas (pulgas, hongos, alergias alimentaras)
- Realizar pruebas cutáneas o análisis si se considera necesario
- Valorar el entorno y los hábitos de la mascota
Evita ofrecer medicamentos por tu cuenta, ya que algunos fármacos humanos pueden ser perjudiciales para perros y gatos.
Tratamientos y cuidados
El tratamiento dependerá de la intensidad de los síntomas, pero puede incluir:
- Champús calmantes o cremas para aliviar la piel
- Antihistamínicos o antiinflamatorios
- Suplementos de Omega-3 para reforzar la barrera cutánea
- Inmunoterapia en casos recurrentes
- Control estricto de pulgas, ya que pueden agravar la dermatitis
En casa, también ayudan algunos cuidados sencillos:
- Cepillar el pelaje de forma regular
- Mantener limpia la cama y mantas de la mascota
- Secarla bien después de los paseos, especialmente en días húmedos
- Evitar zonas donde ya se ha comprobado que empeoran los síntomas

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