Cuando nuestros perrinos se hacen mayores se convierten en adorables abueletes que necesitan mucho amor y cariño, porque tanto sus comportamientos como sus necesidades se ven afectadas.
Cuando cumplen años nuestros compis se vuelven más sedentarios y tienen menos energía, por lo que su dieta también debe de ser modificada. No requieren tantas calorías, pero quizás si necesiten un extra de vitaminas o minerales.
Respecto a los cambios en su compartimientos están afectados por que comienzan a sufrir pérdida de vista, de olfato (que tan importante es para ellos) o de oído entre otros.
En este caso, uno de los principales síntomas de la disfunción cognitiva es la desorientación, se produce cuando incluso en sus lugares habituales se les nota perdidos, no reconocen a familiares, no responden a su nombre o a llamadas habituales.
En esta etapa, lo único que va a buscar tu perro es pasar más tiempo contigo, por lo que cuando estéis juntos; háblale, acarícialo, hazle sentir que estás a su lado. De esta forma se sentirá valorado y muy feliz.
Al fin y al cabo, ellos nos han hecho felices durante toda su vida, ahora somos nosotros quienes se lo tenemos que devolver, pasando más tiempo con ellos y hacerlos realmente felices (que es muy simple), con nuestra presencia y un buen puñado de mimos.
