Es muy probable que hayas observado a tu can emitiendo “ruiditos” o haciendo movimientos involuntarios mientras duerme; “está soñando”, has sentenciado. Parece obvio, ¿verdad? Pero, ¿qué hay de verdad en todo esto?
Hace un par de años, la psicóloga clínica y evolutiva en la Escuela de Medicina de Harvard, Deirdre Barrett, elaboró un estudio para averiguar en qué consisten los sueños de los canes. Según sus conclusiones, los perros tienden a tener sueños en los que comparten protagonismo con aquellos a quienes más quieren, es decir, con sus dueños.
Así es como lo explica la doctora Deirdre Barrett: “Las personas sueñan con lo que les preocupa de día pero en forma menos obvia y menos lógica. No tenemos motivos para creer que con los animales todo es diferente. Tomando en cuenta que los perros son muy apegados a las personas, lo más probable es que tu perro sueñe con tu cara, tu olor y cómo te divierte o, al contrario, hace algo que te molesta”.
Pero no sólo Barrett defiende la idea de que los perros sueñan. La neuróloga Valentina Lorenzo nos cuenta que: “cuando el perro cae dormido, entra en una fase de sueño llamada de onda lenta, que se intercala con sucesivas fases de sueño profundo o REM. Es en esta etapa en la que los canes sueñan. Se trata de un comportamiento normal que le sirve para fijar sus experiencias y lo que ha aprendido durante el día”
Pero esto no se queda ahí, Stanley Coren (psicólogo, profesor y autor del famoso libro “The Intelligence of Dogs”), nos dice en un artículo publicado en la revista científica “Psychology Today” que: “De hecho, que los perros no soñaran nos habría producido una sorpresa mayor que saber que sí lo hacen«.
Para añadir alguna curiosidad más, también podemos asegurar que no todos los perros sueñan igual: por lo general, los perros pequeños sueñan más que los perros más grandes. Por ejemplo, un Caniche Toy puede soñar una vez cada diez minutos, mientras que un Golden Retriever sólo puede soñar una vez cada 90 minutos. Por otro lado, es más normal que los cachorros sueñen con más frecuencia, debido, seguramente a que están procesando una gran cantidad de nuevas experiencias.
¿Cuántos de vosotros habéis visto a vuestros perros soñar? Y recordad, ¡no les despertéis! 🙂