Seguro que alguno de vosotros está pasando, ha pasado o conoce a alguien que está resfriado. Esto es así… llega septiembre (y su característico “tiempo inestable”) y con él los molestos estornudos, secreción nasal, tos… Pues nuestros preciosos gatitos tampoco se libran.
Sí, sí, has leído bien, los gatos, con independencia de que sean totalmente caseros o campen a sus anchas por la calle, se pueden resfriar. De echo, son propensos a ello.
Las infecciones gatunas en las vías respiratorias superiores son extremadamente contagiosas, pero sólo entre ellos; así que si tenéis más de un gato en casa, deberéis extremar las precauciones o lo más normal es que todos acaben resfriados. Pero tenemos una buena noticia: no se transmite a humanos y viceversa. Son resfriados totalmente diferentes aunque sus síntomas sí que se parecen.
Centrándonos en el campo que conocemos (los resfriados en humanos los dejamos para otro momento :P) la mayoría de ellos son causados por un virus, en concreto, bien por el calicivirus felino o por el herpesvirus felino. ¿De qué manera se transmite? Contacto directo con un gato contagiado (por ejemplo, en el momento “aseo mutuo”), a través del agua o la comida, los estornudos, etc.
¿Síntomas? Como ya avanzamos, los síntomas (al igual que el contagio) son muy parecidos a los que podemos tener nosotros, por lo que nos será muy fácil reconocerlos:
– Estornudos; pero no uno ni dos, muchos 🙂
– Secreción nasal
– Secreción ocular (conjuntivitis)
– Dificultad para respirar, lo que suele provocar que nuestro gato acabe respirando por la boca
– Fiebre
– Disminución del apetito, cansancio, letargo…
Si en algún momento notamos que tose, tiene una respiración agitada o presenta una mucosidad oscura, debemos visitar inmediatamente a nuestro veterinario. Estos últimos síntomas nos están indicando que el resfriado se ha complicado.
Pero antes de llegar a este punto, deberíamos haber visitado ya a nuestro albéitar. Nunca “automediques” a tu mascota y no dejes que los síntomas se agraven.
Para prevenir este tipo de enfermedades, lo más importante es seguir el calendario de vacunación y mantener una buena alimentación, lo que favorecerá las defensas del felino.
¡Feliz jueves!