Abrigos, calefacción, gorros, bufada… en esta época todo es poco. El frío ha llegado y todos huimos de él. Pero, ¿los perros y los gatos pasan o pueden pasar frío?
En los últimos años parece que se ha puesto de moda “vestir” a los perros, más cuando hace frío. Abrigos, chubasqueros, gorros… En mundo de los canes se divide entre aquellos dueños que defienden poder abrigar así a sus peludines y los que lo ven como algo innecesario. Y ambos tienen parte de razón.
Por regla general, los perros están preparados para protegerse de las bajas temperaturas: poseen una capa de grasa en la piel que les sirve de protector térmico, al igual que su pelo, que generalmente mudan dos veces al año, en primavera y otoño para preparar su cuerpo ante el cambio de temperatura.
Pero esto no evita que puedan pasar frío: hay razas más propensas a ello (los dogos argentinos, los chihuahuas, los beagle, los galgo y los basset hound son de los más frioleros), y no podemos olvidar a los perros abueletes y los que están enfermos.
Si observas que tu perro tiene temblores, sufre somnolencia, sequedad
cutánea, rigidez o respira lentamente es que tiene frío.
Y si tiene frío debemos protegerle: ponle abrigos o jerseys para salir a la
calle, protégelo de la lluvia con un chubasquero (y sécalo bien cuando llegues a casa), ponle una manta en su cama además de dejarla en un sitio cálido (cerca de un radiador o una ventana dónde pegue el sol, por ejemplo) y evita cortarle el pelo en esta época y que duerma a la intemperie.
Por otro lado, ¿qué pasa con los gatos? Por lo general son animales más peludos y muchos se pasan la mayor parte de su vida en casa; ¿ellos también pueden pasar frío?
Pues la respuesta es sí; es más, los gatos son más sensibles a los cambios de temperatura que nosotros, sobre todo si están acostumbrados a vivir solamente en interiores; a diferencia de otros animales peludos, no disponen de una pelaje tan abundante ni de doble capa, como el de los perros por ejemplo.
En concreto debemos prestar especial atención a los mininos que tengan poco o nada de pelo, los que sufren alguna enfermedad y están bajos de defensas y a los gatos bebés y a los adultos.
¿Consejos para evitar el frío en los gatos? Vestir a un gato suele ser complicado por no decir imposible; así que debemos recurrir a otros consejos que, prácticamente, son los mismos que aplicábamos en perros:
mantener un ambiente cálido y confortable en casa, abrir las cortinas si hace sol fuera para que pueda disfrutar del calor de los rayos de sol, dejar a su disposición mantas para que pueda acomodarse e, incluso, una bolsa de agua para que se pueda tumbar sobre ella.
Con todo esto, sólo queda disfrutar de esta época abrigándonos.