Uno de los regalos más deseados por los peques en Navidad es una mascota, pero, ¿es realmente el momento idóneo para regalarle un perrito? ¿Cómo decirle que ‘no’? ¿Cómo enseñarle a ser responsable?
Llega la Navidad y con ella, los niños comienzan a hacer sus primeras peticiones de regalos y a escribir las cartas tanto a Papá Noel como a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Cada vez es más común que en esa lista de deseos aparezcan las mascotas, los perros en su mayoría, y animales de compañía en general. De hecho, más del 80% de los niños españoles han pedido alguna vez una mascota durante estas fechas, algo ¡increíble pero cierto!
Hay que pensar que, aunque sea un capricho del niño, o algo que quiera con todas sus fuerzas, una mascota es un ser vivo con muchas necesidades que no siempre son compatibles con el estilo de vida que se lleva en una familia. Cuando se quiere regalar a un niño un animal de compañía, hay que tener en cuenta que su interés por este va a decrecer una vez pase el factor de la novedad. Lo más probable es que aquello que les hacía tanta ilusión deje de hacerlo al poco tiempo, y las responsabilidades de la mascota pasen a ser, directamente, de los adultos de la casa y es que, los niños pierden la emoción de manera mucho más rápida que los adultos. O no, quizás les sirva para implicarse más en sus responsabilidades y tareas del hogar como puede ser cuidar de su perro.
Un animal no es un regalo en ningún caso. Incluir una mascota en la familia es una decisión que debe ser meditada y analizar si la familia puede asumir la gran responsabilidad que conlleva.
Y es que estamos hablando de un ser vivo que necesita atención durante las 24 horas del día y no de un juguete que cuando no nos interesa, lo dejamos en la habitación y nos vamos. Este es un concepto que debemos reiterar a los peques antes de tomar una decisión tan importante para la familia.
La gran cantidad de cifras de perros abandonados hacen que la adopción se predisponga siempre como primera opción a la hora de elegir perro. Según la Fundación Affinity, una fundación encargada de investigar los beneficios del vínculo entre personas y animales de compañía, en España se abandonan aproximadamente 250.000 animales al año, aumentando considerablemente esta cifra justo después de las semanas navideñas y durante todo el mes de enero.
Por su parte, desde Purina promueven siempre la adopción, sobre todo, porque “estos animales merecen una segunda oportunidad por el sufrimiento de abandono que han vivido, e incluso en ocasiones de maltrato”, aseguran. “Acogerlo en una casa y darle estabilidad, cuidados y el cariño que necesitan le ayudarán a recuperar su confianza y autoestima”, añaden.
Hay que determinar en primer lugar que en todo momento se debe tratar de un proceso controlado y profesional mediante un protocolo orientado a garantizar el bienestar del animal y adaptación en una familia responsable con unos recursos y estilo de vida que encaje con sus necesidades, al ser ésta la única manera de asegurar que no vuelva a ser abandonado ni pase por más situaciones que puedan traumatizarlo.