La semana pasada os hablamos del ajo y su uso en animales (clic aquí si te lo perdiste o quieres volver a leerlo ;)); y hoy os queremos descubrir todos los secretos y usos de una planta muy común pero, quizás, desconocida: el Diente de León; también llamado ‘Taraxacum Officinale‘.
Puede ser que por el nombre no te acabe de sonar… pero te podemos asegurar que, con que hayas salido una vez en tu vida a dar un paseo por la naturaleza, la has visto. Son muy abundantes y, a la vez, consideradas por muchos como ‘mala hierba‘. Pero hoy vamos a desvelarte todos los beneficios que podemos obtener de ella, especialmente para nuestros perretes.
El Diente de León es una planta perenne que proviene, como os contábamos, de las plantas florecientes del Taraxacum de la familia de las Asteráceas. Su nombre proviene del francés,“dent-de-lion”, que significa diente de león.
Pero, vamos a lo importante, ¿qué beneficios nutricionales tiene? El Diente de León es rico en vitaminas A, C, K, D , hierro, manganeso, fósforo y otro minerales como el potasio. Podemos usar la planta al completo: tanto las hojas, como la flor y la raíz. ¿Cómo? En crudo o desecada (en infusiones). Ya os decimos que es una planta muy completa…
Además, tiene una gran particularidad: es muy fácilmente absorbida por el cuerpo, lo que la convierte en un excelente complemento en la dieta diaria de nuestros perretes.
Es un complemento perfecto para canes que sufren problemas digestivos. Además, tiene potentes propiedades antioxidantes y puede mejorar el sistema inmunológico. Sus hojas están cargadas de potasio, estimulan el apetito y ayudan a la digestión y a mejorar la función renal. Son una opción ideal para perros con indigestión crónica o con problemas con los gases.
No podemos dejar de destacar que es un gran diurético, por lo que es útil en casos de artritis, cálculos renales, insuficiencia cardíaca congestiva y enfermedad de la vesícula biliar. Y, por su fuera poco, estimula el hígado y promueve la eliminación del material de desecho del cuerpo.
Se trata una de las hierbas más seguras y una maravillosa opción natural para multitud de casos.
Como os contábamos, se la podemos administrar a nuestros perretes cruda o desecada, es decir, en forma de té. Si optamos por esta segunda opción, apunta: pon a hervir una taza de agua o una taza de caldo de pollo con una cucharada de ‘té dandelion‘ (nombre por el que podrás encontrarlo en multitud de establecimientos), espera hasta que se reduzca el caldo y déjalo reposar. Consulta a tu veterinario sobre las cantidades diarias recomendadas, que dependerán del peso, entre otros factores.
Esperamos que os haya resultado interesante y útil. ¡La semana que viene os hablaremos de otra planta! ¿Cuál será? 😛